El deporte para educar, educar para el deporte.

Hoy me apetece hablar de la educación y del deporte.

Soy entrenador de un equipo de fútbol de niños de 7 años, y observo y aprendo cosas no solo relacionadas con el deporte. Está demostrado que el deporte ayuda no solo a una buena salud física, sino también mental.
Escucho mucho eso de...¡¡esta semana castigado sin entrenar!!. Puede parecer un castigo lógico, pero, ¿qué ganas castigando a tu hijo sin entrenar?.

Es aceptable la decisión de castigarle con lo que más le gusta, pero el deporte no sólo es algo lúdico como la videoconsola o la televisión, el deporte sirve para fortalecer músculos y huesos, prevenir la obesidad o enfermedades como la diabetes, corrige posible defectos físicos, ayuda a coordinar movimientos y ayuda a que el niño duerma mejor.

Pero a donde quería llegar, es que además de todo esto, es que se ha comprobado que el esfuerzo y la motivación que se aplican en el deporte, se pueden trasladar al ámbito de los estudios. Fomenta el trabajo en equipo y el sacrificio. El fútbol, en este caso, potencia sus capacidades cognitivas porque su función cardíaca mejora a través de su práctica diaria.

Hay muchas formas de que cumplan sus obligaciones, fomentar el deporte también forma parte de la educación. El deporte no es la verdadera causa de los problemas académicos en los niños, todo lo contrario, pues bajo una correcta supervisión, los pequeños podrían mejorar sus cualidades físicas y, al mismo tiempo, mantener un buen rendimiento académico.